Terrier del reverendo Jack Russell
región Inglaterra
tamaño Hombre 25,0 cm a 30 cm, Mujer 25,0 cm a 30 cm
peso Hombre 5,0 kg a 9,0 kg, Mujer 5,0 kg a 6,0 kg
orígenes
El creador de la raza, John Russell dijo que Jack Russell (1795-1883), es un pastor inglés. Era un auténtico apasionado de la caza y la selección canina (especialmente del fox terrier y del jack russell terrier). Para el Jack Russell quería obtener un perro muy poderoso, de patas cortas, capaz de colarse en las madrigueras de, por ejemplo, zorros y tejones. Y eso es lo que así creó. Hoy, en la moda, ha conquistado los salones, y aparece en numerosos anuncios. Pero el Jack Russell, no obstante, ha conservado su carácter de caza. El Jack Russell siempre está alerta, es curioso, vivaz y, a veces, le cuesta mantener la calma.
temperamento
Es un compañero indicado para personas que quieren un perro vivaz, alegre y divertido. Aprende rápidamente buenos y malos modales. Por eso es necesario educarlo con firmeza y sobre todo no tratarlo como un perro faldero. Se convertiría en un perro difícil ya que tiende a querer hacer todo a su manera. Con un temperamento muy terco, quizás más que otros terriers, pondrá a prueba constantemente a su dueño. Aunque puede ser de carácter fácil, es necesario mantener la firmeza incluso en el juego.Una vez bien educado, es un compañero ideal para el juego y las actividades al aire libre. Siempre muy alerta, es un excelente perro guardián, ladrando al menor ruido sospechoso en la casa. Auténtico perro de caza, por lo que necesita esforzarse. Sus oídos se animan cuando escucha un ruido. Odia que lo dejen solo y necesita otro perro en la familia para jugar. Un Jack Russell al que no le gusta mucho jugar o que es perezoso necesita otro perro con quien jugar. Tienen el sentido de la manada. No se llevan bien con otras mascotas; el atavismo de caza siendo muy fuerte en estos perros, pueden atacar a gatos, ratas o cobayas con los que antes se llevaban muy bien, por capricho. Bien socializados, también pueden codearse con el gato de la casa, pero muy a menudo no pueden resistir la necesidad de perseguir al que corre delante de ellos en la calle: siguen siendo perros de caza.