Lundehund

El Lundehund (o perro frailecillo noruego) es una raza de perro originaria de Noruega. Peculiaridad El Lundehund tiene un total de 24 dedos. Tiene la capacidad de hacer el "split" con las extremidades anteriores. Su elasticidad también le permite contorsionarse a la altura del cuello, permitiendo así que su cabeza pase por la parte superior hasta casi tocar su espalda. Es capaz de contraer los cartílagos de sus orejas para hacerlas herméticas al agua.La última característica es la ausencia de premolares. Salud Las razas de perros comunes se alimentan con carne o incluso restos de comida. Dado que el Lundehund siempre ha sido alimentado con pescado, su estómago no está diseñado para digerir grasas animales. Por el contrario, puede desencadenar una serie de reacciones que conducen a una muerte casi segura. Lo ideal es alimentarlo con pescado (100 gr. diarios aproximadamente). Puede ser cocinado o crudo y acompañado de verduras, arroz o pasta. Algunos productos son mal tolerados por el perro. Por ejemplo: el immobilon. Este producto para la narcosis ya ha causado algunas muertes. Se recomienda encarecidamente evitar procedimientos que requieran narcosis.

Existe la hipótesis de que el Lundehund habría sobrevivido a las últimas glaciaciones, y por tanto los situaría en descendencia directa con el Canis fereus o Cánido primitivo y no con el Canis familiaris, esto situaría el nacimiento de esta raza en pleno Paleolítico, lo que haría la raza más antigua del mundo con 1,5 millones de años de existencia. Hay que remontarse al siglo XVII, bajo la pluma de Peter Dass, sacerdote-escritor, para oír hablar de ella por primera vez, fue en las islas del norte de Noruega (Lofoten). Las poblaciones pobres de esta región, muy a menudo pescadores, usaban el Lundehund para cazar frailecillos, que les traían carne, huevos y plumas para mantas. La descripción que se hace de él es la de un perro pequeño, con gran agilidad. Cada perro podía traer cien pájaros al día. Esta prolífica actividad tuvo el efecto de destruir un buen número de colonias de frailecillos. Sumado a esto, el cambio de modo de caza a favor de la red llevó al abandono del Lundehund a principios del siglo XX. En 1939 una entusiasta, Eleanor Christie, se embarcó en el rescate de la raza, reuniendo una pequeña manada de Måstad, isla de Værøy. Durante la segunda guerra y hasta la década de 1950, la mayoría de los perros fueron diezmados por el moquillo. Pero ella no se dio por vencida y finalmente logró restaurar el interés en la raza entre muchos criadores.