Akita americano

región Estados Unidos
silueta No especificado en el estándar, pero perro robusto, mucha sustancia.
tamaño 61 a 71 cm: perro grande
cabello  Doble ; corto, denso, duro y recto
vestir Todos los colores permitidos, con o sin jaspeado
cabeza Cráneo y hocico anchos, stop marcado sin exagerar
ojos Pequeño y marrón oscuro
oído Recto, relativamente pequeño, triangular, mirando hacia adelante.
cola Largo, grueso y rizado en la espalda.
conducta Amigable, vigilante, receptiva, digna, dócil y valiente
federación Nomenclatura FCI grupo 5 sección 5 no 344
Introducción
El Akita Americano (anteriormente Gran Perro Japonés) es un perro originario de Japón, que no debe confundirse con el Akita Inu (japonés). Fue en 2006 que este perro fue nombrado “American Akita” por la FCI.
orígenes
Descendiente de los Akitas Matagis (pura raza), se cruzó con el Karafuto Ken, el Tosa Inu, el Saint-Bernard, el Chow-Chow, el Mastín tibetano pero también con el Mastín. Posteriormente se utilizaron ampliamente como perros de pelea cuando este era todavía un deporte popular en Japón hasta 1909, cuando el gobernador de la prefectura de Akita, muy preocupado por el cruce de perros y en un esfuerzo por preservar la pureza de la raza "inu", prohibió el mestizaje y fundó en 1927 la Sociedad de Preservación Akita Inu. La Segunda Guerra Mundial llevó a los Akita al borde de la extinción, se quedaron sin comida, muchos fueron asesinados para ser comidos por la multitud hambrienta y era común usar pieles de perro para confeccionar ropa. La Policía capturó a todos los perros excepto a los pastores alemanes, reservados para funciones militares. Algunos propietarios intentaron eludir la ley cruzando su Akita americano con ellos y escondiéndolos en las montañas, donde la resistencia y su instinto de caza los ayudaron a sobrevivir. Perro independiente, orgulloso y tranquilo, es un buen compañero. Desconfiado de los extraños, vigilante pero no ladrador, resulta ser un excelente guardián por naturaleza. Dominante, tiene dificultad para convivir con sus congéneres. Debe ser educado con firmeza pero sobre todo sin brutalidad. La vida en un apartamento solo le conviene si puede esforzarse a diario. No hay una condición de cuidado particular, un cepillado durante la muda puede ser beneficioso para el Akita.